A seguir posteando historietas y dejarme de filosofías (para que me voy a engañar la mitad de este blog se podrá etiquetar con situaciones absurdas y la otra mitad con tonterías), pero es lo que más me divierte escribir.
El otro día cayó en mis manos una invitación para ver un partido de baloncesto femenino, entre el CSK Sofía y el Hondarribia, lo cierto es que tenia algo de mono de ver baloncesto en directo. (pese a páginas de renombre entre los informáticos).
Tras mirar en el mapa donde quedaba el pabellón dirigí mis pasos alli, pero como ha quedado demostrado en más de una ocasión, al final siempre consigo perderme por muy fácil que sea el camino.
Tras un par de preguntas, conseguí llegar pero tarde, por lo que me metí por la primera puerta que vi a un pasillo, donde habia dos seguratas y andaban bailando las cheerleaders.
Entonces empieza el absurdo total, los seguratas no querían dejarme pasar pero tampoco sabian explicarme por donde ir, porque no tenían ni idea de inglés. En este punto se demostró o que la invitación era de las buenas o los otros eran de los buenos.
Al final me fui por el tunel de vestuarios pasando al lado del equipo del CSK y de las cheerleaders.
(Un punto a tener en cuenta es que yo estaba remisa a ir por alli, porque al ver en el pasillo por primera vez, andaba una cheerleader bailando delante de los seguratas, por lo que me dio una sensación inicial de confusión, del tipo, "na, no puede ser por alli, esto es demasiado raro hasta para Bulgaria", que pensándolo luego no deja de ser normal, pero aun ahora me rio cuando recuerdo la cara que debí poner, no hubiera quedado mal gritar en plan Gandalf meets Fernando Fernán Gómez "Insensatos, ¿Que haceis?")
Tras muchas vueltas , muerta de risa por la situación, llegué al palco de autoridades, que estaba a todo lujo, en el que se encontraba la mayoría del equipo del CSK masculino (Yupi!) y en el que los asientos eran de tacto terciopelo (y a quién no le gusta el terciopelo, pues eso) que suponian un agradable cambio al frio plástico en el que normalmente veo este tipo de eventos (ahora ya no podré volver a mi vida normal).
Por fin pude acomodarme y ver el partido, aunque en esos momentos no sabía que equipo era de España , por lo que he animado al equipo búlgaro un rato (vamos , esto es integración y lo demás son tonterías).
Los búlgaros que tenía al lado debían estar un poco extrañados de que hablando en español animara al equipo búlgaro (ellos aplaudian con tres dedos debo decir en mi favor o en mi contra).
Lo cierto es que el ambiente estaba bastante divertido, con constantes cánticos desde la grada, además fáciles de seguir hasta para un extranjero (el entrañable "oe oe oe"), además la mascota animaba el cotarro bastante.
Otra cosa que me llamo la atención es los constantes números de las animadoras, dado que hace un par de años que no veo un partido en directo susceptible de tener animadoras (desde que el Lobos Cantabria bajo de la ACB y cuando estaba en la ACB no tenia, somos un pueblo bárbaro en el fondo)
Hacian una coreografía distinta en cada tiempo muerto, lo que me llevo a contar unos 6 numeritos distintos, tenian una memoria de cuidado las muchachas pero esto me lleva a un peliagudo tema....
¿Por qué en un partido femenino las animadoras son chicas? ¿no deberían ser tios? yo lo veo en plan cuerpo de los programas estos rancios, en fin me temo que es hora de cortar esta divagación, dado que la sociedad aun no esta preparada para una mezcla explosiva de este tipo.
(Algun día,...)
Un par de fotos del partido (un poco malas)
Y las saqué mas borrosas aun 
Se aprecia abajo a la izquierda el logo (odiado por mi)
El partido estuvo interesante , aunque con sensación de que ambos equipos jugaban a medio gas, no le ponian demasiada garra en general y un par de jugadoras andaban por el campo.
En el descanso pude codearme y hubo sorpresa, por lo que me perdí el principio del tercer cuarto.
Al final perdió el equipo español por tres puntos apenas y yo me quede con unas ganas tremendas de volver a entrenar y jugar en un equipo, pese a los moratones en los brazos, esguinces y demás.
Me encanta la sensación de competición, sobre todo después del esfuerzo , ganes o pierdas, de haber jugado bien (odio los equipos marrulleros) y estar deseando el siguiente partido.
Como la vida misma.
Etiquetas: baloncesto, situaciones absurdas, Vida en Sofia
