Debería pensar en escribir más de seguido, me han pasado tantas cosas esta semana que alguna vez querré recordar y no podré.
Esta semana ha estado llena de eventos, algunos alegres y algunos más dificiles, estos últimos dejaré que se los lleve mi memoria y sólo me deje recordar los primeros.
Al fin hemos salido del hotel y nos hemos establecido en un piso que a priori por sus tres habitaciones parece barato, de momento tuvimos que cambiar la cerradura de la puerta y los antiguos inquilinos amenazan con reclamar unas sabanas que se dejaron. La vecina de al lado tiene un san bernardo enorme, del que solemos oir los ladridos, lo que me lleva a pensar que la gente de Sofía gusta de tener mascotas pero la responsabilidad no es tan asumida, hay muchos perros callejeros en un estado
un poco lamentable.
La primera noche de fiesta fue divertida, existen muchos pubs a la europea, que ofrecen buena musica, pero el ambiente en la calle con el frio que empieza a atenazar, no es tan bueno como en suelo patrio.
La recepcion en la embajada fue tardía para nosotros , ya que el taxista se perdió y tuvo que ir preguntando a cualquier guardia que encontraba, una vez alli lo de siempre, nuevos contactos, risas y silencios incomodos, jamón , barra libre y alguna persona interesante.
Después pudimos conocer el Studenski Grad de la mano de los erasmus patrios , ( que eran lo que iban más informales ), la pinta de los alojamientos era mala, pero estaba rodeada de distintos bares y discotecas destinados expresamente.
La vuelta accidentada, dado que el taxista no conocia el idioma y tuvimos que ir desde lo mas conocido (Alexander Nevski) indicandole por las calles.
El resto de la semana ha pasado buscando un profesor de bulgaro, un gimnasio o un sitio donde jugar al baloncesto no en este orden.
Este fin de semana habia programado un concierto gratuito en el parque principal, al que la asistencia parecia obligada. Mientras llegaba la hora del concierto, me entretuve viendo jugar al ajedrez a varios hombres, dado que en todos los parques hay varios tableros.
En bulgaria seguramente el ajedrez sea el equivalente a la partida que juegan los abuelos en los bares de los pueblos, varios se arremolinan en torno a las partidas mas disputadas y discuten como si les fuera la vida en ello. A veces hay intercambio de cantidades simbolicas de dinero (0,20 lv).
Eso si ,no vi ninguna mujer a parte de mi persona, esto les intrigo y tuve varias preguntas de si me gustaba el ajedrez y de si queria jugar, muy amables en general , aunque se notaba cierta incomodidad por otro lado. Yo decliné, dado que soy bastante mala y se suele jugar a gran velocidad , sin pensar mucho las jugadas. Una partida puede durar cinco minutos o en casos muy disputados unos diez.
El concierto fue multitudinario, probablemente haya asistido a un concierto de Operacion triunfo bulgaro, dado que salian muchos artistas y la mayoria de las canciones eran de corte pop. Fue costoso salir de alli entre toda la multitud, creo que he intercambiado codazos y empujones con toda la gente de menos de 30 años de Sofia.
Un ultimo apunte, los organizadores tuvieron la "brillante idea" de repartir silbatos y colgantes de plastico entre la chavaleria, lo cual desemboco en una pitada y competición de quien soplaba mas fuerte en los prolegómenos.
Los crios son igual en todo los sitios, espero que dios les conserve los pulmones porque si fuera por mi....
