El bulgaro es un idioma

Ya lo dice el chiste

4.6.07

Cough Cough

Estar enfermo cuando has pasado la educación secundaria es una verdadera birria (por no decir otra cosa).

Mis recuerdos de enfermedades en edad estudiantil implican estar en el sofá con una manta viendo o no la tele según el grado de malestar y en general agasajos por parte materna.

Todo esto me viene a la cabeza después de haber estado una semana enferma y el resto de la semana recuperándome de algo que no tenia desde los 10 años.

Lo cierto es que el seguro médico se portó después de oir opiniones en contra y a favor y me atendió un médico que hablaba portugués, por lo que al menos pude explicarme en lengua materna, recurriendo al diccionario búlgaro- español del que me armé un par de ocasiones.

Dado que en Bulgaria te puedes encontrar farmacias cada dos metros, aproveché a surtirme de medicamentos antes de volver a estado de hibernación (o inviernación que diría un amigo), pero cuando se tiene fiebre pasas de hablar un idioma y de chapurrear en varios a acercarte peligrosamente a no hablar ninguno.
Me las arreglé para pasarme media hora en la farmacia entre explicaciones, de vuelta prometer ir al foro de discusión de la biblia de la iglesia protestante (cuya tarjeta reposa acusadoramente sobre mi mesa) y tomarme toda la medicación de golpe, mentolándome el estómago en el proceso. Eso si tal combinación me dejó K.O. (Debería apuntarla, según que ocasiones tiene que ser útil).
El resto de la semana las llamadas que desbancaron a las de mi familia ( y en particular de mi madre) sorprendentemente fueron las llamadas del seguro médico, preguntándome que si estaba mejor, que si necesitaba algo,... por lo que en un primer momento me enternecí ("que majos, como se preocupan por mi") a pasar rápidamente al grado opuesto ("¿no podré morirme tranquila en esta tierra de garbanzos?").
Fuera de broma, el seguro médico se portó estupendamente, por lo que es un punto a favor del ICEX.
En unos de los libros de Gerard Durrell de la trilogía de Corfú uno de sus hermanos se resfría la caerse a una ciénaga y se encierra en su habitación a medicarse a base de Brandy, por lo que se coge una borrachera de escándalo, en mi caso uno de los consejos de automedicación de mi familia en cuanto a como recuperarme antes fué la ingestión de una bolsa de patatas fritas.
Ante este consejo se me ocurren varias razones ¿Me gustan tanto las patatas fritas, que comerme una bolsa me devolvería las ganas de vivir? ¿Son las patatas fritas al fin y al cabo medicinales, tras ser tan denostadas? ¿alguien de mi familia tiene inversiones en distribución de patatas fritas en Bulgaria?.
En fin, ahora tendré que quitarme el mono de esas dulces, dulces pastillas.... y comerme una bolsa de patatas fritas como prevención.

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